lunes, 1 de diciembre de 2008

La Biblia es una compilación de lo que en un principio eran documentos separados (llamados "libros"), escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un dilatado periodo de tiempo y después reunidos para formar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí la Biblia fue escrita a lo largo de aproximadamente 1000 años (900 a. C. - 100 d. C.). Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces ("Canto de Débora") y en las denominadas fuentes "E" y "J" de la Torá o Pentateuco, que son datadas en la época de los dos reinos (siglos X a VIII a. C.). El libro completo más antiguo, el de Oseas es también de la misma época. El pueblo judío identifica a la Biblia con el Tanaj (no consintiéndose bajo ningún concepto el término Antiguo Testamento) y no acepta la validez del llamado Nuevo Testamento, reconociéndose como texto sagrado únicamente al Tanaj.
La Biblia cristiana que conocemos hoy fue ensamblada por primera vez en el Concilio de Hipona en el año 393 de nuestra era. Dicho canon de 73 libros (46 pertenecientes al llamado Antiguo Testamento, incluyendo 7 libros llamados actualmente deuterocanónicos -Tobit, Judit, I Macabeos, II Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc- que no son reconocidos por el canon judío ni valorados como canónicos por el protestantismo, y 27 al Nuevo Testamento) fue confirmado en el Concilio de Cartago en el año 397 y nuevamente confirmado por decreto en la cuarta sesión del Concilio de Trento del 8 de abril de 1546 (este último válido sólo para los católicos romanos).
El Antiguo Testamento narra principalmente la historia de los hebreos; el Nuevo Testamento la vida, muerte y resurrección de Jesús, su mensaje y la historia de los primeros cristianos.
El Nuevo Testamento fue escrito en lengua griega koiné. En él se cita con frecuencia al Antiguo Testamento de la versión de los Setenta, traducción al griego del Antiguo Testamento realizada en Alejandría en el siglo III a. C.
La Biblia es para los creyentes la palabra de Dios por ser indudable para estos su inspiración divina. Es un libro eminentemente espiritual y habla sobre la historia de la humanidad, su creación, su caída en el pecado y su salvación, que expone cómo el Dios creador se ha relacionado, se relaciona y se relacionará con el ser humano. De igual forma, la Biblia expone los atributos y el carácter de Dios.
Para dichos creyentes, la Biblia es la principal fuente de fe y doctrina en Cristo. En el siglo XVI los diferentes movimientos de la Reforma Protestante comenzaron a experimentar un alto desgaste en discusiones filosóficas y a separarse unos de otros; para menguar este problema se definió el principio llamado "sola escritura", que significa que solamente la Biblia puede ser considerada fuente de doctrina cristiana. Para la Iglesia Católica Romana, además de las Escrituras también son fuente doctrinal la tradición y las enseñanzas de los Padres de la Iglesia (discípulos de los Apóstoles). Esta divergencia entre cristianos se agravó al definir los Católicos la infalibilidad del Papa, es decir, su supuesta autoridad absoluta en la doctrina cristiana por ser considerado por la Iglesia Católica sucesor de Pedro y único heredero del Trono del apóstol, al haber recibido éste del Señor la promesa de poseer las "llaves del Reino de los Cielos". Mientras que los cristianos protestantes rechazan esta aseveración y consideran como cabeza única de la iglesia a Jesucristo el Hijo de Dios. Para ambas partes esta gran diferencia ya no es considerada tan solo en términos filosóficos o religiosos sino conforme a las palabras de Dios contenidas en la Biblia.
Para los Judíos Ortodoxos, por supuesto, el Nuevo Testamento no tiene validez. El rabínico considera como fuente de doctrina el Talmud, mientras los Caraítas defienden desde el siglo VIII el Tanaj como única fuente de fe.
Antiguo y Nuevo Testamento
El canon del Antiguo Testamento cristiano entró en uso en la Septuaginta griega traducciones y libros originales, y sus diferentes listas de los textos. Además de la Septuaginta, el cristianismo posteriormente añadido diversos escritos que se convertiría en el Nuevo Testamento. Poco diferentes listas de las obras aceptadas siguió desarrollando en la antigüedad. En el siglo IV una serie de sínodos elaborado una lista de los textos igual a la 39-a-46-libro canon del Antiguo Testamento y el libro 27-canon del Nuevo Testamento que sería posteriormente utilizado para el día de hoy, más en particular la Sínodo de Hipona en el 393 AD. También c. 400, Jerome producido una edición definitiva latín de la Biblia (véase la Vulgata), el canon de los cuales, ante la insistencia del Papa, estaba de acuerdo con los anteriores Sínodos. Con el beneficio de la retrospectiva se puede decir que este proceso de manera eficaz establecer el canon del Nuevo Testamento, aunque hay otros ejemplos de listas canónicas en uso después de este tiempo. A lista definitiva no proceden de un Concilio Ecuménico hasta el Concilio de Trento (1545-63) [27].
Durante la Reforma protestante, algunos reformadores canónico propuesto diferentes listas de lo que se encuentra actualmente en uso. Aunque no sin debate, véase Antilegomena, la lista de los libros del Nuevo Testamento vendría a seguir siendo el mismo, sin embargo, el Antiguo Testamento los textos presentes en la Septuaginta, pero no está incluido en el canon judío, cayó de favor. En el momento en que vendría a ser eliminado de la mayoría de los cánones protestantes. Por lo tanto, en un contexto católico estos textos se denominan libros deuterocanónicos, mientras que en un contexto protestante que se hace referencia como Apócrifa, la etiqueta se aplica a todos los textos excluidos del canon bíblico que estaban en la Septuaginta. Cabe señalar también, que los católicos y los protestantes describen algunos otros libros, como el libro de los Hechos de Pedro, como apócrifos.
Por lo tanto, el Antiguo Testamento protestante de hoy tiene un libro 39-canon-el número varía de la de los libros en el Tanakh (aunque no en contenido) a causa de un método diferente de la división-mientras que la Iglesia Católica Romana reconoce 46 libros como parte del Antiguo Testamento canónico. El término "Escrituras hebreo" es sólo sinónimo con el Antiguo Testamento protestante, no católico, que contiene las Escrituras hebreas y textos adicionales. Tanto los católicos y los protestantes tienen el mismo 27-libro del Nuevo Testamento Canon.

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