Este fresco que podemos encontrar en la capilla sixtina, representa el orígen de la vida. Es una de las primeras interpretaciones y representaciones de la bíblia.
Podemos apreciar, como un hombre de cierta madurez que representa a Diós intenta alcanzar a un jóven desnudo que será Jesucristo, quien no parece mostrar tanto interés en conseguirlo. El primero con barbas y cabellos grisazeos, esta rodeado de niños, uno de los cuales lo tiene debajo de su brazo. Jesús reposa con aires de tranquilidad mientras observa el esfuerzo que el otro hace para acercarse.
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